Primer sentir enbarra

“(..)Necesitamos volver a sembrar nuestras almas y nuestros mundos natales para poder florecer –otra vez, o quizás por primera vez– en un planeta vulnerable que aún no ha sido asesinado”.

Donna Haraway, en Seguir con el problema.

Vivimos en comunidad con otros seres y aunque se nos olvide que somos parte de un ecosistema más grande que nosotros, la naturaleza constantemente nos recuerda lo conectados que estamos a ella. Pedazo a pedazo, paso a paso, podemos acercarnos a un futuro en donde el planeta sea habitable para todo el entramado de seres vivos. Aprender a coexistir con otras especies, respetando sus ciclos, sin abusar de sus propiedades, sin extraerlos de forma desmedida, es la transformación más profunda y urgente que tenemos que hacer como seres humanos. Podemos comenzar a servir a la naturaleza, en vez de que la naturaleza nos sirva a nosotros. 

En barra, como línea de cosmética natural, busca ser parte de esta transformación con una producción consciente en constante diálogo con el medio natural. Nos interesa, a través de decisiones y acciones concretas, que nuestro quehacer esté conectado con lo que sentimos y pensamos, porque amamos nuestro territorio y lo respetamos. Desde Pucón, Región de la Araucanía, cuatro mujeres trabajamos elaborando barras sólidas de cosmética e higiene dirigidas a personas de todos los géneros, edades y rincones de Chile que quieren una alternativa vegana, ecológica, biodegradable y libre de químicos en su cotidianidad.

En barra busca que ese momento de aseo personal sea una pausa en medio del ritmo citadino lleno de responsabilidades, en donde podamos acariciar nuestra piel, despertar sensaciones placenteras y conectarnos amorosamente con el cuerpo. Para lograr esta experiencia suave, que limpia y nutre al mismo tiempo, recolectamos frutos y yerbas medicinales en bosques cercanos y nos asociamos con mujeres agricultoras de la zona que cultivan de forma orgánica. Maqui, ortiga, lavanda, caléndula, romero y manzanilla son algunas de las plantas con las que trabajamos. Como base, usamos aceite de avellana chilena, almendra, nuez y saponina de quínoa. Todas las extracciones son hechas en frío, porque creemos que este prensado es el único que mantiene intactas las propiedades y nutrientes de nuestros ingredientes. Es su calidad la que garantiza que nuestra cosmética se adapte a diferentes tipos de pieles y cabellos y cuide el cuerpo de manera física y espiritual. Entendemos que todos somos seres heterogéneos, cambiantes y cíclicos, que estamos constantemente sufriendo transformaciones en la piel. Por eso nuestras investigaciones están enfocadas en entender y respetar esa diversidad, con productos que atienden a variadas necesidades y cualidades del cuerpo. 

Su contenedor, de cartón con una lámina de bioplástico compostable, nos ha permitido ser parte del desafío global por reducir el plástico: solo en 2021 evitamos que se fabricaran 10 mil envases contaminantes gracias a los usuarios que nos prefieren. Y además, para transportarlo a cualquier parte, ofrecemos una lata redonda de tapa rosca reutilizable, ideal para mantener fresco y seco el jabón y poder transportarlo fácilmente. Queremos que nuestras barras recorran ciudades, parques y paisajes junto a las personas y sumar todos los días a nuevos usuarios que ven en nuestros productos una alternativa a la cosmética tradicional.

 

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